Cristall andreu

28/07/2017

Detrás de las múltiples expediciones médicas y los eventos solidarios que organiza la Fundación Barraquer, hay un equipo de personas que se encarga y se asegura de su coordinación y correcto funcionamiento. Cristall Andreu, coordinadora de la Fundación Barraquer, nos explica en qué consiste y qué implica esta responsabilidad.

—¿Dónde naciste? ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en la Fundación Barraquer?

Nací en Andorra, pero vivo en Barcelona desde que vine a estudiar aquí en 2001. Hace justo 2 años que trabajo para Fundación Barraquer.

—¿Habías trabajado antes en otras fundaciones o algún servicio social, o venías de otro ámbito?

Había colaborado como voluntaria puntual para otras organizaciones, pero a nivel profesional venía del mundo del Turismo y el Secretariado de Dirección.

—¿Cuáles son las principales funciones de una coordinadora de una Fundación médica?

En Fundación Barraquer, la organización se podría dividir en diferentes partes:

  • La organización de expediciones, desde la compra de billetes de avión, tramitación de visados, comunicación con voluntarios, coordinación con la organización pertinente en destino y asegurar que tengan todo listo para el buen funcionamiento de la expedición.
  • La coordinación para el tratamiento de posibles pacientes derivados de las expediciones. Personas que por su patología no pueden ser operados por nuestro equipo en destino, pero sí pueden en Barcelona. En estos casos, nuestro trabajo incluye la ayuda para conseguir los visados para estos pacientes, la organización de las citas médicas y otros procesos necesarios.
  • La organización de eventos para recaudar fondos: contactamos con colaboradores y patrocinadores, voluntarios, empresas de decoración y puestas en escena para los eventos.
  • La coordinación de la estancia de los Becarios, que generalmente son doctores o enfermeros de los países a los que viaja Fundación Barraquer y a quienes se les prepara un programa personalizado aquí en Barcelona.
  • La coordinación, junto con la trabajadora social, para los casos de pacientes locales con necesidades específicas.

—¿Has participado en alguna expedición o algún trabajo social en el extranjero? ¿A qué destinos?

Sí, en 2015 participé en la expedición a Guinea Ecuatorial con el Dr. Samaan del Centro de Oftalmología Barraquer.

Para poder coordinar y organizar expediciones desde Barcelona creo que es imprescindible haberlo vivido en primera persona. Fue una experiencia inolvidable a partir de la cual pude entender muchas cosas del funcionamiento de las expediciones que no son tan evidentes “sobre el papel”.

—Después de organizar múltiples expediciones para los equipos de la Fundación Barraquer, la primera vez que participaste en una expedición, ¿cómo percibiste la realidad del lugar y de la experiencia, a diferencia de la idea que podrías tener anteriormente?

En realidad, la idea que tenía se ajustaba bastante a la realidad que viví en la expedición, porque ya había organizado unas cuantas expediciones y había recibido el feedback, tanto de los voluntarios como de los equipos locales.

Aun así, cuando vives una de estas expediciones en primera persona es como si el tiempo se detuviera, y durante una semana estás allí para una misión específica: ayudar.

Cuando se aprecia la cantidad masiva de pacientes que aparecen desde el primer día a las puertas de la consulta pop-up que montamos, la sensación inicial es que no lograremos atender a todo el mundo. Pero sí, lo conseguimos, a todos y a más.

—¿Cuántas expediciones realiza la fundación cada año? ¿A cuántos destinos?

Los últimos años se ha incrementado el número de expediciones. Organizamos unas 14 o 15 misiones anuales, la mayoría a países del continente africano, algunas en Asia y recientemente hemos introducido Centro y Suramérica en nuestro mapa de destinos.

—¿Recibís muchas peticiones de colaboración de voluntarios individuales externos al Centro de Oftalmología Barraquer?

Cada vez es más la gente que contacta con nosotros para poder colaborar y formar parte de una de las expediciones de la Fundación. Mucha gente está viendo que no es necesario ser médico para participar como voluntario sino simplemente tener ganas de trabajar mucho y siempre con una sonrisa.

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