17/01/2019

Podemos definir visión cromática como el reconocimiento normal del color. Los responsables de ello son los conos, que son unas células fotosensibles que se encuentran en la retina.

El color es la impresión que producen en la retina los rayos de luz reflejados y absorbidos por un objeto según la longitud de onda de estos rayos. El ojo humano puede percibir once millones de tonos de colores, la percepción de estos colores dependerá de las características de los objetos que absorberán un tipo u otro de longitud de onda, de la absorción de los fotorreceptores que recogerán las longitudes de ondas no absorbidas por el objeto y de las características de la vía visual que interpretará dichas longitudes de ondas captadas por los receptores.

La retina es la capa más interna del ojo y es el tejido fotorreceptor. Está formada por diez capas y contiene numerosos tipos de células encargadas de la recepción de los distintos aspectos de la visión. En dicha membrana existen dos tipos de células fotorreceptoras principales que hacen posible la visión, reciben los estímulos de la luz y los transmiten al cerebro. Estos receptores son los conos y los bastones. Los bastones son los encargados de la visión nocturna y los conos de la visión de los colores.

Existen tres tipos de conos, cada uno de ellos recibe la luz correspondiente a una determinada longitud de onda: los que perciben longitudes de ondas largas corresponden al color rojo, los que perciben longitudes medias corresponden al color verde y los que perciben longitudes de onda corta corresponden al color azul. Los conos, al ser estimulados, emiten señales por separado que van  al cerebro y, allí, estas señales se integran de forma que podemos percibir la información del color.

La alteración de la visión cromática se denomina discromatopsia y consiste en una ceguera parcial a los colores. Puede ser debido a trastornos hereditarios y congénitos o bien adquiridos.

Los defectos congénitos de estas células se pueden clasificar según a qué pigmento afecte la alteración y se denominan:

  • Protanopia: ausencia del pigmento rojo.
  • Deuteranopia: ausencia del pigmento verde.
  • Tritanopia: ausencia del pigmento azul.

En el caso de que el pigmento esté presente pero sea deficitario se denominarán protanomalía, deuteronomalía o tritanomalía.

Cuando se padece una ceguera total a cualquier color se denomina acromatopsia.

Los efectos cromáticos adquiridos pueden ser desencadenados por una serie de patologías cómo:

  • Las alteraciones del cristalino.
  • Degeneración macular.
  • Patologías del nervio óptico.
  • Lesiones neurológicas.
  • Patologías coroideas.

Cuando se sospecha que puede existir alguna de estas alteraciones, se pueden realizar una serie de pruebas para determinarlo.

Las pruebas para la evaluación de la visión del color se pueden clasificar en cuatro tipos:

  1. Test de confusión: como el test de Ishihara y el Album Tritan de Lanthony.
  2. Test de clasificación: como el Farnsworth D15 y el Farnsworth-Munsell de 100 tonos.
  3. “Matching test”: como el Anomaloscopio de Nagel.
  4. Pruebas de denominación: como la Linterna de Farnsworth.

Estas pruebas se realizan de forma monocular y con corrección visual si precisa.

Olga Riera

Àrea de Función Visual, Departamento de Biometría

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