06/03/2018

La etapa del adulto joven comprende de los 20 a los 40 años aproximadamente. Se trata de un período de alta productividad y de máximo vigor.

Traumatismos

A nivel general podemos decir que los traumatismos ocupan el primer lugar en el ranking de causas de patología ocular. Constituyen una urgencia que suele mostrarse de forma muy variada.

Uno de los más frecuentes es el impacto en la superficie del ojo de partículas, denominados en la jerga oftalmológica como “cuerpos extraños”, y que suceden en trabajos con caladoras, sierras radiales y amoladoras, entre otros.

En este caso la prevención con gafas de seguridad es el mejor aliado, ya que en muchas ocasiones reparar las cicatrices ocasionadas es difícil e incluso existe el riesgo de sufrir la pérdida del ojo si el impacto perfora el globo ocular.

En ocasiones el traumatismo puede ser con productos químicos corrosivos, en cuyo caso es necesario que la primera acción a tomar de forma inmediata sea el lavado profuso con suero o con agua del grifo y acudir al oftalmólogo de forma urgente.

Aun así son situaciones complicadas a largo plazo donde se produce un daño irreversible a las células madre que hay en la zona superficial del ojo, concretamente en una zona denominada limbo.

Existe otro tipo de traumatismo que se relaciona con la exposición solar, denominado lesión actínica. Esta lesión es relativamente benigna por su reparación espontánea en pocos días, sin embargo causa dolor y disminución de la agudeza visual.

En este caso la prevención con unas gafas solares de calidad es clave. Especialmente cuando se practican deportes de invierno o acuáticos.

Alteraciones de la graduación

Existen ocasiones en que personas alrededor de los 20 años sienten cansancio ocular tras largas jornadas de lectura. El motivo se suele relacionar con la existencia de un defecto refractivo conocido como hipermetropía.

Para poder entender este concepto es necesario aclarar que se trata de un defecto de enfoque asociado generalmente con el tamaño del globo ocular que suele ser más pequeño.

Es interesante recordar que dentro del globo ocular tenemos el cristalino que es una lente capaz de cambiar su forma, gracias a un músculo, para que podamos leer y tener detalle de objetos cercanos.

En el caso de niños y jóvenes, esa capacidad de acomodar es tan grande que incluso puede enmascarar pequeños defectos. Sin embargo, esta característica disminuye su potencia a edades tempranas y puede flaquear cuando estamos muchas horas leyendo.

Este es el caso de jóvenes que por trabajo o necesidades académicas tienen que estar delante de un libro o una pantalla muchas horas. El principal síntoma es el cansancio ocular con desenfoque en visión cercana tras horas de lectura. Se puede acompañar de cefaleas e incluso con la apariencia roja de los ojos.

Dr. José Lamarca

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