¿En qué consiste el tratamiento?

La cirugía del pterigion sin suturas consiste en extraer el pterigion sin aplicar puntos de sutura y como existe una zona sin células, debemos colocar tejido sano. La extirpación simple del pterigion puede provocar la recidiva, que vuelva a salir el pterigion de nuevo, por lo tanto siempre es necesario colocar un injerto.

¿Cuándo está indicado este tratamiento?

Cuando el pterigion va creciendo puede provocar astigmatismo, puede provocar opacificación de la córnea y es necesario retirarlo.

¿Cómo se realiza?

Durante la cirugía, que se realiza con anestesia local, retiramos bien el pterigion en toda la parte que está invadiendo la córnea, y en la parte de la conjuntiva limpiando bien todo el tejido fibroso que se ha ido formando con el paso de los años, dejando la zona lo más limpia posible.

Usualmente suele ser una zona de unos 6 x 8 mm, dependiendo del tamaño del pterigion.

Toda esta zona se va a recubrir con un injerto, que se toma del mismo ojo, de la conjuntiva, normalmente del cuadrante temporal superior, debajo del párpado superior.

Con unas tijeras se recorta un cuadradito de tejido, de aproximadamente 1 cm de lado, quizás un poquito menos, dependiendo del tamaño necesario, y se coloca en zona donde hemos quitado el pterigion.

Es importante conservar la orientación del tejido y no se utilizan suturas para colocarlo sino la utilización de un pegamento biológico a base de fibrina, que engancha el tejido perfectamente.

Una vez terminada la cirugía se coloca una pomada antibiótica, y un apósito, un vendaje compresivo, para tener el injerto en posición que normalmente ya suele estar bien fijado con la fibrina, durante unas 24 o 48 h hasta que se consiga una buena cicatrización.

En el postoperatorio puede estar el ojo rojo unos días o se pueden experimentar unas molestias. El paciente requiere de un tratamiento a base de corticoides, antibióticos y una abundante lubricación tópica con pomadas, geles y lágrimas artificiales para que el injerto vaya prendiendo y vaya uniéndose a los tejidos de alrededor.

Resultados

Con esta técnica obtenemos un porcentaje de recurrencias del pterigion muy baja. No empleamos suturas, que siempre son incómodas en el postoperatorio del paciente.

En general el resultado es muy satisfactorio porque es una operación que en manos expertas es muy sencilla y con un resultado cosmético que suele ser excelente.

Posibles riesgos

Existen pocas complicaciones. Una de ellas es que se produzca el desprendimiento inadvertido, si no queda bien adherido el injerto y que se pierda en el postoperatorio. 

Es una complicación rarísima que ya se observa al destapar el vendaje el primer día y sería necesario obtener un nuevo injerto de la conjuntiva del mismo ojo o del ojo contralateral.

La recurrencia es quizás la complicación más frecuente del pterigion, puede estar rodando el 5%, aunque también depende de factores propios de paciente, como la exposición solar repetida o el origen racial.

Es más frecuente en pacientes procedentes de países que están en la franja ecuatorial, debido a la mayor exposición al sol. Si el pterigion no ha recidivado en los primeros meses, no ha vuelto a recurrir, ya no lo hará a la largo de la vida.

El astigmatismo que se produce por el pterigion al retirarlo suele desaparecer, en caso contrario, sería necesario el empleo de unas gafas o la cirugía corneal para corregirlo.

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الأسئلة المتداولة

  • Sí, aunque si se emplea una técnica depurada el porcentaje de recurrencias es muy bajo, es inferior a un 5%. Es necesario también que haya un buen cumplimiento terapéutico con corticoides por parte del paciente y antibióticos durante el periodo perioperatorio, evitar la exposición solar y tener el ojo irritado los primeros meses o incluso un año después de la cirugía.

  • Si vuelve a salir el pterigion y no existe la posibilidad de emplear el injerto conjuntival, que es el mejor tejido que podemos emplear como injerto en la cirugía del pterigion, se pueden utilizar injertos alternativos con membrana amniótica, que es la membrana que recubre la placenta y tiene propiedades antibióticas, antiinflamatorias y reparadoras. De todas formas, los estudios que se han realizado demuestran la superioridad de la conjuntiva frente al empleo de la membrana amniótica. En casos de recurrencias leves pueden emplearse fármacos, como la inyección directa de estos fármacos en la zona donde el pterigion empiece a recurrir. Son fármacos inhibidores del crecimiento vascular, como el bevacizumab. Se había utilizado la radioterapia, actualmente ya no se emplea, pero existen también otros tratamientos farmacológicos para poder evitar el crecimiento, en casos en los cuales este crecimiento sea pequeño.