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Cómo la hipertensión arterial afecta la salud visual

Hipertensión arterial

29/07/2025

Impacto de la hipertensión arterial en la retina

La hipertensión arterial es una enfermedad sistémica que puede comprometer de manera severa órganos vitales como el cerebro, el corazón, los riñones y los ojos. Su progresión es silenciosa, dañando paulatinamente los tejidos antes de que los efectos nocivos sobre los órganos sean clínicamente evidentes.

La retina es el único lugar del organismo donde podemos visualizar de manera directa los vasos sanguíneos mediante una técnica sencilla y no invasiva, la oftalmoscopia. Esto permite detectar de forma temprana alteraciones vasculares relacionadas con enfermedades sistémicas como la hipertensión.

Una presión arterial elevada puede ocasionar daños estructurales y funcionales en los vasos retinianos, dando lugar a lo que se conoce como retinopatía hipertensiva, el conjunto de manifestaciones oculares que aparecen en la retina como consecuencia de la hipertensión. Cuanto más elevada sea la presión arterial y mayor el tiempo de evolución, más probable es que el daño ocular sea severo, y, por extensión, el daño al resto del organismo.

Estudios recientes también advierten que la hipertensión puede afectar otras estructuras oculares, como el nervio óptico, el vítreo y la coroides, aumentando el riesgo de pérdida visual irreversible si no se recibe tratamiento oportuno.

Factores de riesgo que agravan la retinopatía hipertensiva

Existen múltiples factores que pueden potenciar el daño ocular en pacientes hipertensos. Entre ellos se encuentran la arteriosclerosis, la edad avanzada, la diabetes, niveles elevados de colesterol y triglicéridos, y el consumo de tabaco.

La gravedad de la retinopatía dependerá también del estado previo de los vasos de la retina y de la rapidez con que se instaure la hipertensión. Según estos factores, se distinguen dos formas clínicas:

Retinopatía hipertensiva crónica

Es la forma más frecuente. Al principio puede ser asintomática, pero con el tiempo puede causar dificultades visuales. Se diagnostica habitualmente durante un examen de fondo de ojo, donde pueden observarse:

  1. Disminución del calibre vascular (difusa o focal)
  2. Cruces arteriovenosos patológicos (compresión de una arteria sobre una vena)
  3. Alteraciones del reflejo vascular
  4. Microaneurismas y macroaneurismas (dilataciones anormales de los vasos retinianos)

Retinopatía hipertensiva aguda o maligna

De aparición súbita, suele acompañarse de presión arterial muy alta, cefalea intensa y pérdida visual brusca. En el examen clínico pueden encontrarse:

  1. Hemorragias (retinianas, prerretinianas, coroideas o vítreas)
  2. Exudados blandos y duros (depósitos blanco-amarillentos en la retina)
  3. Edema de papila (inflamación del nervio óptico)
  4. Edema de mácula (hinchazón en el centro de la retina)

Tratamiento de la retinopatía hipertensiva

No existe un tratamiento específico para la retinopatía hipertensiva. El objetivo principal es controlar de forma rigurosa y constante la presión arterial. En la mayoría de los casos, una reducción mantenida de la presión puede revertir parcialmente las lesiones. Sin embargo, en pacientes mal controlados pueden producirse daños irreversibles y secuelas visuales permanentes.

También es fundamental abordar otros factores de riesgo cardiovascular y realizar un seguimiento oftalmológico periódico para prevenir complicaciones mayores.

Importancia del control oftalmológico en pacientes hipertensos

Todo paciente con hipertensión arterial debe someterse a revisiones oftalmológicas periódicas. La frecuencia de estas evaluaciones dependerá de:

  • La gravedad de la hipertensión
  • La edad del paciente
  • La presencia de otros factores de riesgo (diabetes, tabaquismo, dislipidemia)

La detección precoz de signos oculares puede no solo preservar la salud visual, sino también alertar sobre el estado general del sistema vascular.

La hipertensión arterial y la salud visual están profundamente relacionadas. La retina ofrece una ventana única para observar los efectos de la hipertensión sobre el sistema vascular. Gracias a exámenes sencillos como la oftalmoscopia, es posible detectar de forma temprana los daños y actuar antes de que se produzcan secuelas graves.

Mantener la presión arterial bajo control, adoptar hábitos de vida saludables y acudir a revisiones oftalmológicas regulares es clave para proteger la visión y la salud general del paciente hipertenso.

Dra. Sònia Viver, oftalmóloga del Centro de Oftalmología Barraquer

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