10/04/2020

Si no hay causa médica que lo justifique, la retención de líquidos puede ser causa de unos malos hábitos alimentarios y de estilo de vida. ¿Qué podemos hacer?

  1. Reducir el uso de sal. Acostúmbrate a condimentar con hierbas o especies. 
  2. Evitar alimentos muy procesados y/o ricos en sodio: salsa de soja, kétchup, enlatados, encurtidos, precocinados, patatas fritas, embutidos, quesos, ahumados, patés…
  3. Aumentar el consumo diario de alimentos ricos en potasio como frutas, hortalizas y legumbres. Deben ser la base de tu alimentación.
  4. Mantener un peso corporal adecuado ya que el exceso de grasa corporal dificulta el correcto almacenamiento del agua. 
  5. Hidratarse solo con agua. Bebe en función de tu sed, pero evita bebidas alcohólicas o azucaradas porque deshidratan (cerveza, vino, zumos, refrescos…). Una buena opción es preparar una botella de agua aromatizada con trozos de fruta o hierbas o especias como menta, anís estrellado, clavo o canela en rama.
  6. Mantener una vida activa. El sedentarismo es una de las principales causas de la retención de líquidos. ¡Muévete! Evita estar más de dos horas sentado sin moverte.
  7. Descansar. Asegúrate de que tus horas de sueño sean suficientes y de calidad. 

Prueba a seguir estos consejos y te aseguramos que notarás el cambio rápidamente. Y si necesitas ayuda, asesórate con un profesional cualificado.

 

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