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Cómo detectar a tiempo el ojo vago en niños

Ojo vago en niños

13/06/2025

El ojo vago o ambliopía es el motivo más frecuente de pérdida de visión en niños en los países desarrollados y se estima que afecta a un 4 % de la población escolar, porcentaje que sigue siendo elevado teniendo en cuenta que se trata de una patología reversible en la mayoría de los casos con un diagnóstico y tratamiento precoz.

¿Qué es el ojo vago y cómo afecta la visión?

El ojo vago es la disminución de la capacidad visual de uno o ambos ojos por falta de uso durante el período de aprendizaje visual. Al nacer, el sentido de la vista no está desarrollado por completo. La maduración de la visión requiere de un largo aprendizaje que se inicia en el nacimiento y finaliza a los 8-9 años aproximadamente, siendo los 4 primeros los de mayor plasticidad y progresión. Es una patología que se origina en la infancia pero que si no se diagnostica y trata a tiempo persistirá en la edad adulta.  

Causas del ojo vago

Cualquier defecto que provoque mala visión de uno o ambos ojos en esta etapa puede desembocar en ojo vago Las principales causas de ambliopía en niños incluyen:

  • Estrabismo: es la falta de alineamiento o paralelismo de los ojos. Cuando un ojo se desvía, el cerebro “anula” la imagen de dicho ojo para evitar la visión doble, de manera que su visión no se desarrollará.
  • Defectos ópticos (hipermetropía, astigmatismo o miopía): si el error refractivo no es corregido, el cerebro recibe una imagen “borrosa” y por tanto “no aprende” a ver.
  • Anisometropía: es la diferencia de dioptrías de un ojo respecto al otro. Cuando uno de los ojos tiene mayor graduación, la imagen que llega al cerebro visual no es nítida, y éste escoge la visión del ojo con menor defecto refractivo.
  • Causa orgánica: la presencia de un obstáculo en el eje visual, como una catarata, opacidad en la córnea, ptosis palpebral (caída del párpado) o enfermedades retinianas, interfiere en la llegada del estímulo visual al cerebro y por tanto en el desarrollo de la visión del ojo afecto.

¿Cómo saber si un niño tiene ambliopía?

En muchos casos, al ver bien por uno de los dos ojos, el niño no presenta sintomatología y se desenvuelve con total normalidad, por lo que la ambliopía no se diagnostica hasta que el paciente realiza una revisión rutinaria. Sin embargo, existen una serie de signos y síntomas que pueden alertar a familias, profesores y cuidadores sobre la presencia de algún problema ocular:

  • Torcer la cabeza para enfocar
  • Parpadeo constante
  • Enrojecimiento ocular frecuente
  • Bajo rendimiento escolar
  • Que se acerque al papel o tenga dificultad con la pizarra
  • Cefalea frecuente al final del día
  • Presentar el párpado caído
  • Temblor involuntario de los ojos (nistagmus)
  • Que el niño desvíe un ojo
  • Guiñar o cerrar un ojo con frecuencia
  • Falta de coordinación o tropiezos frecuentes

Si detectamos alguno de estos signos es muy importante acudir al oftalmólogo especialista para descartar la existencia de patología ocular.

¿A qué edad se puede corregir el ojo vago?

La posibilidad de recuperación del ojo vago es alta si se diagnostica y trata antes de los 4 años, edad a partir de la cual disminuye progresivamente, siendo prácticamente nula a partir de los 9-10 años. Lo que no aprendemos a ver en los primeros años de la vida, no se va a recuperar posteriormente en la edad adulta. Es por ello que todos los niños, a pesar de no presentar síntomas, deberían realizar una exploración oftalmológica completa por parte del especialista a los 2-3 años de edad.  

Tratamientos para la ambliopía

Para el tratamiento de la ambliopía el primer paso es identificar la causa y corregirla. Si existe un defecto refractivo, debemos corregirlo con gafas o lentes de contacto, si hay un obstáculo visual o causa orgánica (catarata, ptosis palpebral…) puede ser necesario realizar cirugía para eliminarla, si el paciente presenta estrabismo, en ocasiones es preciso realizar tratamiento quirúrgico del mismo.

Una vez detectada la causa, trataremos el ojo vago. Para ello la medida más efectiva hasta la fecha, demostrada por estudios científicos, es la oclusión del ojo sano mediante un parche. El tiempo y horario de la oclusión variarán en función del grado de ambliopía, la causa de la misma y la edad del niño. Existen alternativas al tratamiento de oclusión que englobamos bajo el término de penalización, y que consisten en provocar una visión borrosa en el ojo sano. La penalización puede ser óptica (mediante una o graduación inexacta o filtro en el ojo sano) o farmacológica (instilando un colirio llamado Atropina que dilata la pupila y bloquea el músculo de enfoque en el ojo sano)

Detectar y tratar el ojo vago a tiempo es fundamental para evitar problemas visuales en el futuro. No actuar a tiempo puede condenar al niño a tener un ojo vago de por vida, por lo que es vital el diagnóstico precoz. Nunca es pronto para una primera revisión, mientras que en ocasiones sí puede ser demasiado tarde.

Dra. Idoia Rodríguez Maiztegui, oftalmóloga del Centro de Oftalmología Barraquer

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