20/10/2020

Las contracturas son un aumento del tono muscular mantenido en el tiempo. Suelen ser dolorosas e incluso pueden afectar a la movilidad. 

Podemos distinguir diferentes tipos de contracturas:

  1. Postraumáticas: causadas por un impacto o traumatismo.
  2. Posturales: ocasionadas por malas posiciones o gestos repetidos.
  3. Por hipotonía: realizar un esfuerzo superior al que soporta el músculo.
  4. Por deshidratación.

La mayoría de las contracturas son originadas por malos hábitos posturales mantenidos en el tiempo. Así como el exceso de estrés, que facilita la aparición de contracturas.

El dolor de espalda se puede prevenir y controlar cambiando algunos hábitos. El mayor apoyo que se le puede dar a la espalda es desarrollar unos músculos fuertes y flexibles.

Las contracturas son un aumento del tono muscular mantenido en el tiempo. Suelen ser dolorosas e incluso pueden afectar a la movilidad. 

Es importante:

  1. Realizar estiramientos de la musculatura cervical, dorsal y lumbar.
  2. Evitar posiciones forzadas o movimientos repetidos.
  3. Realizar actividad física regular para tener un buen tono y elasticidad de la musculatura de la columna.
  4. Disminuir los niveles de estrés.
  5. Hidratarse.

Algunos consejos para evitar malas posturas:

  • Evitar mantener durante mucho tiempo la misma posición estática.
  • Para descansar se puede apoyar en la pared y doblar una pierna apoyando el pie en la misma superficie.
  • Al agacharse siempre se deben flexionar las rodillas, nunca se debe inclinar el tronco hacia delante con las piernas extendidas.
  • Para levantar pesos flexione las rodillas y acérquese el peso al cuerpo. No levante los objetos más arriba de la altura del pecho.
  • Llevar el peso compensado en los dos lados.
  • Al estar sentados: mantener los pies en el suelo, apoyar toda la columna en el respaldo de la silla, rodillas a 90º, no cruzar las piernas, hombros relajados (evitar mesas muy elevadas), cabeza recta (evitar desplazarla hacia adelante).

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