Iniciamos un nuevo ensayo para tratar la DMAE húmeda
04/10/2024
28/04/2016
Me lloran constantemente los ojos. He acudido al oftalmólogo y me ha dicho que tengo el lagrimal estrecho y por ello se me forma en el párpado como un pozo de agua que se lo separa un poco del ojo. Me dijo, sin embargo, que se trataba de un caso de cirugía estética y que no podía hacer nada.
El drenaje de la lágrima va normalmente del ojo a la fosa nasal sin derramarse por la cara. Eso se consigue por medio de la vía lagrimal, un desagüe que se inicia en un pequeño punto del párpado inferior y que se abre paso hacia la fosa nasal a través del denominado saco lagrimal.
Para que el drenaje de lágrima hacia la nariz sea el correcto y no lloremos constantemente, es necesario que el conducto tenga el calibre adecuado, de forma que el caudal de lágrima pase por él sin mayor problema, y además que el punto lagrimal esté en la correcta posición.
En condiciones normales, el punto lagrimal está íntimamente pegado al globo ocular. Esto hace que la lágrima fluya por el borde del párpado hasta caer por el punto e iniciar así su descenso hacia la nariz.
Si este punto pierde el contacto con el globo, las lágrimas no encuentran la salida normal y “caen” por la cara, lo que la persona percibe como lagrimeo. Eso es lo que le sucede: dicho punto se ha separado del ojo, lo que denominamos un ectoprion de punto lagrimal, que se manifiesta en forma de lagrimeo continuo.
Aunque es un problema muy molesto, debe saber que por sí misma no es una patología grave y que, además, el oftalmólogo puede solucionarlo con una cirugía sencilla y ambulatoria, en la que se posiciona el punto lagrimal en su sitio original, se tensa el párpado y se permite que se reanude el flujo normal de lágrima, lo que supone la desaparición del tan molesto lagrimeo.
Dr. Gorka Martínez-Grau Oftalmólogo