¿Qué son?

Son tumores que afectan a niños y tienen su origen en la órbita, es decir, en los tejidos de alrededor del ojo. Estos tumores pueden proceder de los huesos, de los músculos, del nervio óptico, de los vasos y de la grasa que recubre los tejidos.

Síntomas

Los niños con tumores orbitarios pueden presentar un ojo más salido y abierto (proptosis), visión doble (diplopía) y pérdida de visión si afecta a la parte posterior del globo ocular.

Causas y factores de riesgo

Los tumores orbitarios en la edad pediátrica son de origen congénito, significa que ya están presentes en el nacimiento. No existen factores de riesgo descritos.

Tipos

Los tumores benignos en la edad pediátrica son los más frecuentes. En el grupo de tumores benignos son los quistes dermoides y lesiones vasculares tales como hemangioma capilar y el glioma del nervio óptico.

  • Los quistes dermoides son masas redondeadas, indoloras, de consistencia firme y elástica, de aspecto amarillento que están presentes desde el nacimiento y tienden a crecer lentamente.
  • Los hemangiomas capilares son masas de color rojo a azulado (según la profundidad) que suelen aparecer a las pocas semanas o meses del nacimiento, con un crecimiento inicial rápido y que tienden a desparecer espontáneamente con los años siguientes.
  • El glioma de nervio óptico puede afectar a uno o ambos nervios ópticos, que son los nervios que llevan la información visual al cerebro desde cada ojo. Las manifestaciones en este tipo de tumores se deben a que el tumor crece y presiona el nervio óptico, provocando movimientos involuntarios del globo ocular, proptosis de uno o ambos ojos o bien estrabismo.

De entre los tumores pediátricos malignos, los más frecuentes son los rabdomiosarcomas.

  • Los rabdomiosarcomas derivan de los músculos, el síntoma más frecuente es la proptosis del ojo. Pueden presentarse a cualquier edad pero afecta más frecuentemente a los niños. Existen otras lesiones, menos frecuentes que afectan a la órbita en edad pediátrica.         

Prevención

No existen medidas de prevención de los tumores orbitarios en edad pediátrica. Pero recomendamos realizar revisiones oftalmológicas periódicas y acudir al oftalmólogo si presenta síntomas de proptosis, diplopía o pérdida de visión.

Tratamiento

El tratamiento de los tumores dermoides es la extirpación quirúrgica y suele esperarse a que el niño tenga al menos 8 años, a menos que esté obstaculizando mecánicamente el desarrollo normal de la visión o de algún otro tipo de complicación.

Los hemangiomas capilares, como tienden a involucionar espontáneamente, no suelen requerir tratamiento sino controles periódicos. Sólo precisarán tratamiento si impiden una normal apertura ocular y desarrollo de la visión, o por motivos estéticos. Si el rabdomiosarcoma es resecable, se opera y se administra luego quimioterapia o radioterapia orbitaria. Las leucemias se tratan mediante radioterapia orbitaria o quimioterapia.

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