¿En qué consiste el tratamiento?

En condiciones normales, cuando existe paralelismo de los ejes visuales y visión binocular normal, las imágenes percibidas por cada ojo se fusionan en el cerebro visual, dando lugar a una imagen una de características tridimensionales.

Cuando existe una desviación, la imagen del objeto de interés cae en puntos diferentes de la retina de cada ojo, dando lugar a diplopia o visión doble.

Un prisma es un cristalespecial” de forma triangular (está formado por dos caras no paralelas que forman un ángulo entre ellas) que tiene la propiedad de desviar o redirigir la imagen del objeto hacia su vértice, haciendo que “caiga” correctamente sobre la retina de cada ojo. De esta forma, el cerebro percibe una sola imagen y el paciente no verá doble.

¿Cuándo están indicados?

Debido a que la diplopia o visión doble puede ser un signo de existencia de patología de base, es fundamental realizar una exploración completa por parte del especialista para determinar la causa de la visión doble.

Una vez determinada la causa, cuando el cuadro está estable (más de 6 meses) es posible indicar corrección prismática.  Los prismas se utilizan para el tratamiento de desviaciones de pequeña magnitud, estables, que provocan visión doble en posición primaria de la mirada (mirando derecho de frente).

Asimismo, los prismas también resultan de utilidad en algunos pacientes con nistagmus (temblor involuntario de los ojos) que presentan tortícolis leve para bloquear el temblor, y en algunas forias (estrabismos latentes) que provocan sintomatología de astenopia (fatiga visual, cefalea, visión borrosa).

Resultados

Es importante tener en cuenta que el prisma no pretende corregir la desviación, sino desviar la imagen para evitar la visión doble, por tanto no va a corregir el problema de base ni el componente estético que conlleva el estrabismo.

 

¿Cómo se realiza?

El prisma se mide y se prescribe con una unidad de medición que se conoce como dioptrías prismáticas. Dependiendo de la magnitud y tipo de desviación y de la visión doble que presenta el paciente (vertical horizontal o mixta) el prisma se colocará en un sentido u otro y en una o ambas lentes.

Determinar la potencia prismática no siempre es fácil. En algunos pacientes será necesario colocar el prisma en una montura de prueba y pedirle que lo mantenga durante media hora para valorar si realmente alivia su sintomatología.

Generalmente, el prisma se fabrica tallado, es decir como parte del cristal. De esta forma, las lentes que llevan incorporada la corrección prismática tienen el mismo aspecto aunque a veces, el cristal puede ser un poco más grueso.

El prisma se coloca en el ojo en el que se observa la desviación, siempre que ésta sea pequeña. Si el prisma requerido es de potencia más elevada, generalmente se recomienda repartirlo entre los dos ojos.

En ocasiones el paciente necesitará una corrección prismática distinta para lejos y para cerca. En estos casos se deberán utilizar dos gafas distintas en lugar de las multifocales.

En determinados casos, se prescibe un prisma de Fresnel. Se trata de unas láminas autoadhesivas que se colocan sobre el cristal de la gafa. Su principal característica es que permiten corregir desviaciones de mayor magnitud que los prismas convencionales.

No es la solución idónea para su uso a largo plazo, pero resultan de utilidad en determinados pacientes para valorar el riesgo de diplopia (visión doble) postoperatoria en pacientes que van a realizar cirugía de estrabismo, o bien para determinar el grado de tortícolis compensatorio que vamos a poder corregir con la intervención.

También son una opción en pacientes con desviaciones grandes que no quieren someterse a tratamiento quirúrgico y en casos e los que la desviación aún no estable y requiere ser cambiada en poco tiempo. La principal desventaja es que distorsionan ligeramente la visión, además de que no van a resolver el problema de base que es el estrabismo.

Profesionales que realizan este tratamiento

Preguntas frecuentes

  • No tiene sentido poner un prisma a un paciente que no acusa diplopia pues no va a corregir el componente estético. Si la desviación es de magnitud considerable estaría indicado tratamiento quirúrgico.

  • El prisma es una especie de “muleta óptica”. Si existe una pequeña desviación que provoca diplopia, va a ayudar al paciente a no ver doble pero la desviación seguirá existiendo. Es como si alguien tiene una cadera más alta que otra y le provoca dolor y dificultad al caminar. Si ese paciente lleva plantillas estará más cómodo y caminará sin dolor, pero el hecho de llevar las plantillas no eliminará el problema de la cadera.

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