¿En qué consiste el tratamiento?

La evisceración ocular es una técnica quirúrgica que consiste en vaciar el contenido del globo ocular, se extrae parte del globo (córnea, iris y retina) pero se mantiene la esclerótica (que es la capa blanca más externa del ojo) y los músculos que realizan los movimientos oculares, sería parecido a si conserváramos la cáscara del huevo y solo quitáramos la clara y la yema del mismo.

Una vez hemos vaciado el contenido ocular, en el mismo acto quirúrgico colocamos un implante que aportará volumen a la cavidad orbitaria.

¿Cuándo está indicada la evisceración?

  • En ojos ciegos, dolorosos, de causa no tumoral. Son pacientes que refieren dolor, no controlable con medicación, que no les permite realizar vida normal, afectando a su estado de ánimo, relaciones sociales, etc.
  • En casos de globos oculares que han perdido volumen (ptisis) debido a un traumatismo o enfermedad, que no ven y desean mejorar la estética.
  • En aquellos ojos ciegos que son grandes (buftalmos) debido a un glaucoma congénito por ejemplo.
  • En casos de infecciones intraoculares (endoftalmitis) en los cuales no es posible restaurar la visión.

En resumen, siempre realizaremos una evisceración en casos de ojos ciegos, dolorosos, de diferente tamaño, etc., pues es una técnica que da resultados cosméticos muy buenos.

Solo está indicada la enucleación (extirpación de todo el globo ocular) en casos de tumor intraocular maligno, en estos pacientes nunca realizaremos una evisceración.

¿Cómo se realiza una evisceración?

Se trata de un procedimiento quirúrgico que realizamos en quirófano y bajo anestesia general, aunque en casos aislados se puede realizar con anestesia local y sedación profunda.

Con esta técnica el oftalmólogo especialista en cirugía plástica ocular extrae la córnea por completo y precede al vaciamiento del contenido del globo ocular.

Realizamos unos cortes laterales en la esclerótica de manera que podemos introducir el implante interno (el más usado es el de polietileno poroso) del tamaño que necesitemos por muy pequeño que sea el globo ocular, y así conseguir un muy buen volumen. En esta técnica los músculos permanecen es su sitio, por lo que el resultado cosmético es muy óptimo.

Tras la cirugía colocamos un vendaje compresivo, y el paciente queda ingresado una noche. Durante siete días el paciente vendrá para realizar una cura diaria y vendaje, el último día de la cura lo mandaremos al protésico, para que coloque ya una prótesis externa provisional.

De esta manera el paciente a los 7/8 días de la intervención ya puede realizar una vida normal, pues la prótesis externa da un aspecto cosmético de un ojo sano. Al mes el protésico entrega la prótesis definitiva que es prácticamente igual al ojo sano del paciente, quedando un resultado cosmético muy satisfactorio.

Posibles riesgos

Se trata de una técnica quirúrgica sencilla en manos de un especialista.

Requerimos de medicación postoperatoria combinando antibióticos para prevenir la infección, y antiinflamatorios y analgésicos para combatir la inflamación y manejar el dolor postoperatorio inmediato. Los casos de infección son muy muy infrecuentes.

 

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