Leandra Tudela Coordinadora de quirófano Barraquer

06/06/2016

Eres coordinadora de quirófano del Centro de Oftalmología Barraquer. ¿Cuáles crees que son las principales cualidades que debe tener una persona para ser un buen jefe de quirófano?

No creo que sean distintas a las de cualquier coordinador de equipo. Ha de tener capacidad de liderazgo, empatía, organización, respeto, sentido de la justicia, experiencia y, además, saber delegar. Aspirar a cumplir la mayoría de ellas es un reto.

Un coordinador no es nadie sin un equipo y estoy segura de que nuestro equipo de profesionales de quirófano está altamente cualificado e implicado en su trabajo. Es una suerte contar con él.

¿Siempre ha sido una idea personal llegar a esta profesión, o tenías otros planes a nivel profesional?

La enfermería siempre fue la profesión deseada. La casualidad me llevó a trabajar, al poco tiempo de acabar la carrera, en el COB. No tengo ninguna duda de que la decisión de especializarme en enfermería quirúrgica oftalmológica ha sido una de las mejores de mi vida.

Dedicar una gran parte de tu vida a un trabajo que te entusiasma y en un centro como la Clínica Barraquer, es un privilegio. La familia Barraquer, con el Profesor y sus hijos al frente, es un referente para todos los trabajadores del centro.

Ahora, después de treinta años, empiezo una nueva etapa como jefa de quirófano gracias a la confianza depositada en mí por el equipo directivo.

¿Qué destacarías de los quirófanos de nuestro centro?

Los quirófanos de este centro tienen características que los hacen únicos. Fueron pensados para la docencia, y por ello fueron construidos con una cúpula de material transparente que permite la observación sin interferir en el trabajo de los profesionales. Además, cuentan con los últimos avances tecnológicos.

¿La coordinación con todos los equipos implicados es clave para el éxito en el quirófano?

La coordinación es uno de los elementos fundamentales para el éxito cuando el trabajo que se realiza depende de un grupo.

En quirófano se interrelacionan varios equipos, cirujanos, anestesistas, los profesionales de enfermería, los técnicos, etc. y uno de los “problemas” que resulta más difícil de acometer es el de la gestión conjunta de estos grupos humanos.

Debes ver entrar y salir docenas de pacientes a diario. ¿Existe algún patrón que los unifique a la hora de comenzar o terminar una operación? ¿Miedo, preocupación, esperanza, angustia…?

El volumen de cirugías diarias es muy importante. Hay días que se puede llegar a operar a más de cuarenta pacientes.

No diría que existe un patrón. Nos encontramos con personas tranquilas, esperanzadas, angustiadas, contentas, con pánico, etc.

La función de la enfermera que atiende el pre-operatorio del paciente es saber captar su estado de ánimo e intentar ayudarlo en todo lo posible.

No olvidemos que la Clínica Barraquer es una clínica de referencia mundial a la que llegan pacientes casi desahuciados y en la que depositan todas sus esperanzas.

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