29/05/2025
Las revisiones oftalmológicas son fundamentales para la detección temprana de enfermedades oculares y la prevención de problemas de visión puede marcar la diferencia en la salud visual a largo plazo.
¿Por qué es importante hacerse un examen de la vista?
Realizarse un examen ocular de forma periódica permite detectar patologías oculares en fases tempranas y aplicar un tratamiento oportuno. Algunas razones clave para acudir al oftalmólogo incluyen:
- Detección de enfermedades silenciosas, como el glaucoma o la degeneración macular.
- Corrección de defectos refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia).
- Identificación temprana de problemas visuales asociados a la edad, como cataratas o retinopatía diabética.
- Control de la visión en niños, asegurando un desarrollo visual adecuado.
Examen ocular en niños: ¿Por qué es fundamental?
El examen ocular en niños es clave para detectar problemas visuales que puedan afectar su aprendizaje y desarrollo. Patologías como el ojo vago (ambliopía) o el estrabismo deben diagnosticarse a tiempo para garantizar una correcta evolución visual.
¿Cada cuánto hacer una revisión ocular?
La frecuencia de las revisiones oftalmológicas depende de la edad y los factores de riesgo del paciente. Durante la infancia y adolescencia, se recomienda seguir un calendario específico de controles oftalmológicos para garantizar un adecuado desarrollo visual:
- Recién nacidos: Evaluación inicial por parte del pediatra para descartar anomalías congénitas.
- A los 2-3 años: Primera revisión oftalmológica completa, aunque no haya síntomas, para evaluar la salud ocular y posibles defectos refractivos.
- De los 2 a los 8 años: Revisiones anuales para detectar y tratar alteraciones visuales a tiempo.
- A partir de los 8 años: Controles cada 2 años, dependiendo de la presencia o no de patologías visuales.
En adultos, la periodicidad recomendada es:
- Adultos jóvenes (hasta 40 años): Cada 2 años si no presentan problemas visuales.
- Mayores de 40 años: Una revisión anual para prevenir patologías como el glaucoma o la presbicia.
- Pacientes con factores de riesgo: Personas con diabetes, hipertensión o antecedentes familiares de enfermedades oculares deben realizar controles más frecuentes.
Síntomas para visitar al oftalmólogo
Si bien las revisiones deben ser regulares, hay signos que requieren atención inmediata:
- Visión borrosa o dificultad para enfocar.
- Pérdida repentina de la visión parcial o total.
- Aparición de destellos, moscas volantes o halos en la visión.
- Enrojecimiento ocular persistente o dolor en los ojos.
- Sensación de fatiga visual constante.
¿Cómo prevenir enfermedades oculares?
Si bien algunas afecciones son inevitables, adoptar ciertos hábitos saludables puede ayudar a mantener una buena salud ocular:
- Proteger los ojos de la radiación UV con gafas de sol adecuadas.
- Evitar el uso excesivo de pantallas y mantener una distancia óptima de lectura.
- Seguir una dieta rica en antioxidantes, como la luteína y la zeaxantina.
- Controlar enfermedades sistémicas como la diabetes y la hipertensión.
Las revisiones oftalmológicas permiten detectar y tratar enfermedades oculares antes de que afecten la visión de manera irreversible. Realizarse exámenes visuales con la frecuencia adecuada y mantener un seguimiento oftalmológico regular ayuda a conservar una buena salud ocular a lo largo del tiempo.
Dra. Anna Hermosa, oftalmóloga del Centro de Oftalmología Barraquer