¿En qué consiste el tratamiento?

Las lentes intraoculares fáquicas se implantan en el ojo sin la necesidad de extraer el cristalino natural, como se hace en otros procedimientos oftalmológicos. Este tratamiento conserva la facultad del ojo de enfocar por sí mismo ya que en lugar de reemplazar el cristalino como sucede en la cirugía de cataratas, estas lentes se añaden al sistema óptico del ojo para mejorar su capacidad refractiva.

El objetivo principal de este procedimiento es corregir los errores de refracción, tales como miopía, hipermetropía y astigmatismo. En otras palabras, las lentes intraoculares fáquicas se utilizan para mejorar la forma en que la luz entra en el ojo, para que se enfoque correctamente sobre la retina y proporcione una visión clara.

¿Cuándo está indicado este tratamiento?

Las lentes intraoculares fáquicas son una opción como el LASIK o la PRK, siendo especialmente útiles para pacientes que no son candidatos para otras cirugías refractivas. Esto incluye a personas con errores de refracción altos, ojos secos severos, o córneas delgadas.

Las siguientes condiciones pueden indicar la necesidad de este tratamiento:

  • Miopía alta: La miopía es un error refractivo común que dificulta la visión de lejos. Cuando la miopía es alta, las lentes fáquicas pueden ofrecer una corrección más precisa que las gafas o los lentes de contacto.
  • Hipermetropía alta: Las lentes fáquicas pueden ser una opción preferible cuando la hipermetropía es significativa y supera los límites de corrección de otras técnicas como el LASIK.
  • Astigmatismo: Es una condición que afecta la forma de la córnea y puede provocar visión borrosa. Las lentes fáquicas pueden corregir tanto la miopía como el astigmatismo, brindando una visión más nítida y clara.

Además, está recomendado para personas cuya graduación es estable, por lo general, mayores de 18 años. Es importante mencionar que la elección de este procedimiento debe realizarse bajo la orientación de un oftalmólogo experto que pueda evaluar adecuadamente las condiciones oculares del paciente y sus necesidades visuales.

¿Cómo se realiza?

El procedimiento para la implantación de lentes intraoculares fáquicas es un proceso quirúrgico ambulatorio que generalmente se realiza bajo anestesia tópica o local.

Preparación: Antes de la cirugía, el oftalmólogo realiza una evaluación completa de los ojos del paciente, incluyendo pruebas de diagnóstico y medición de la potencia necesaria para la lente fáquica.

Incisión: Se realiza una pequeña incisión en la córnea para permitir el acceso al interior del ojo.

Inserción de la lente: La lente fáquica se coloca cuidadosamente en el ojo a través de la incisión. La posición exacta de la lente se determina según las mediciones preoperatorias y la anatomía del ojo.

Cierre de la incisión: Una vez que la lente está en su lugar, la incisión se sella de forma autoadhesiva.

El tiempo de recuperación varía según el paciente, pero generalmente es rápido. Se prescriben medicamentos para prevenir infecciones y se brindan instrucciones sobre el cuidado posterior a la cirugía.

Resultados

Los resultados de la implantación de lentes intraoculares fáquicas suelen ser altamente satisfactorios en términos de corrección visual. La mayoría de las veces, la recuperación completa y la estabilización de la visión se alcanzan en un par de semanas. El grado de satisfacción de los pacientes sometidos a esta cirugía es muy alto, ya que experimentan una mejoría significativa en su visión y pueden reducir o incluso eliminar su dependencia de las gafas o las lentes de contacto.

En general, se espera que los resultados sean duraderos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el envejecimiento natural del ojo puede afectar la visión a lo largo del tiempo y que pueden ser necesarios ajustes adicionales en el futuro.

Posibles riesgos

Como cualquier procedimiento quirúrgico, la implantación de lentes intraoculares fáquicas conlleva ciertos riesgos. Aunque estos riesgos son relativamente bajos, es importante que los pacientes estén informados sobre ellos antes de tomar una decisión. Algunos posibles riesgos incluyen:

Infección: Existe un pequeño riesgo de infección ocular después de la cirugía. El uso adecuado de antibióticos y seguir las instrucciones del médico pueden reducir este riesgo.

Complicaciones quirúrgicas: En raras ocasiones, pueden ocurrir complicaciones durante la cirugía, como daño en la córnea o desplazamiento de la lente. Estas complicaciones se abordan de manera adecuada y se minimiza su impacto.

Es importante destacar que los riesgos y las complicaciones pueden variar según las características individuales del paciente, por lo que es esencial que el oftalmólogo realice una evaluación exhaustiva antes de recomendar este tratamiento.

 

Profesionales que realizan este tratamiento

Preguntas frecuentes

  • No, el procedimiento se realiza bajo anestesia local en gotas, por lo que el paciente no experimenta dolor durante la cirugía. En el postoperatorio, puede haber una leve sensación de molestia o de tener algo en el ojo, pero estas molestias suelen desaparecer en unos pocos días.

  • El tiempo de recuperación después de la implantación de lentes fáquicas varía, pero en la mayoría de los casos, los pacientes pueden retomar sus actividades normales dentro de unos pocos días después del procedimiento. Sin embargo, es posible que se deban evitar actividades extenuantes y el contacto directo con agua o ambientes polvorientos durante las primeras semanas.

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