¿En qué consiste el tratamiento?

La terapia fotodinámica es un tratamiento que consiste en la inyección endovenosa de un principio activo denominado verteporfino y que posteriormente es activado durante 83 segundos con un láser no térmico.

Durante la sesión se coloca una lente de contacto para poder situar el spot en la zona que deseamos tratar de igual forma que hacemos en el tratamiento con láser convencional. Se colocan gotas de anestesia para que el paciente no sufra molestias en la córnea.

El tiempo de duración de la exposición al láser puede reducirse a la mitad en los casos que se precise. El tratamiento es ambulatorio y se recomienda al paciente que no se exponga a una luz directa durante dos días ya que, al ser una sustancia fotosensible, puede causar heridas en la piel.

El objetivo de la terapia fotodinámica es estimular la agregación plaquetaria y provocar una obliteración de la estructura vascular que se desea tratar.

¿Cuándo está indicado el tratamiento?

A principios de la década del 2000 la terapia fotodinámica era el tratamiento de elección en la degeneración macular asociada a la edad neovascular, principal causa de ceguera legal en el mundo occidental.

Fue el primer tratamiento que modificaba la historia natural de esta enfermedad y supuso una verdadera revolución en el mundo de la oftalmología. A pesar del tratamiento, el paciente persistía en la disminución de la agudeza visual de manera bastante rápida.

Actualmente, este tratamiento ha quedado relegado a un segundo escalón terapéutico por las inyecciones intravítreas de fármacos anti-VEGF que consiguen resultados anatómicos y en términos de agudeza visual manifiestamente superiores a los conseguidos con la terapia fotodinámica.

De todas formas, subtipos de la degeneración macular asociada a la edad como es la vasculopatía polipoidea coroidea todavía tiene una indicación clara, casi siempre asociadas a las inyecciones intravítreas.

Otra patología con una indicación clara de tratamiento es la coroidopatía central serosa crónica. Son aquellos casos que el cuadro no se resuelve de forma espontánea (como sucede en la mayoría de pacientes) y se desea acelerar la reabsorción del líquido almacenado por debajo de la mácula.

Otra indicación actual de la terapia fotodinámica con verteporfino es el hemangioma circunscrito de coroides sintomático. Se trata de una tumoración benigna de un tejido vascular localizado en la coroides. El resultado deseado es la reducción o eliminación del líquido que se almacena por debajo de la mácula, siendo este el responsable de la disminución de la agudeza visual.

Posibles riesgos

Al tratarse de un tipo de láser, aunque no térmico, se debe colocar una lente de contacto corneal. En muy pocos casos pueden sufrir alteraciones de la córnea como puede ser erosiones o queratitis leves.

Una vez realizado el tratamiento es normal que el paciente vea borroso unos días ya que se genera una inflamación en la retina de manera transitoria y sin dejar secuelas.

Como se ha comentado anteriormente, el paciente debe permanecer 48 horas sin que le toque una luz de forma directa ya que podría generar enrojecimiento de la piel y, en casos más severos, heridas.

Es recomendable que el paciente salga del tratamiento con mangas y pantalones largos para reducir la exposición de luz en la mayor parte del cuerpo. Debe evitarse a toda costa la iluminación a través de luces halógenas de alta intensidad como puede ser la del quirófano, la consulta del dentista o los salones de bronceado.

También puede existir la formación de hematomas que se reabsorben a los pocos días derivados de la inyección endovenosa.

En algunos pacientes también se ha podido apreciar un dolor de espalda en el momento de la infusión del fármaco. Suele ser transitorio y no requiere de tratamiento.

La única contraindicación absoluta es en los pacientes alérgicos a la porfirina.

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